sábado, 5 de enero de 2008

SOLAMENTE BOGOTÁ

Tras las lejanas huellas de alguna pesada compañía,
volteo la vista hacia las calles de mi ciudad;
es entonces cuando encuentro el rostro de la esperanza,
el cuerpo de la lujuria,
la mirada de un adios,
las manos de la constante lucha
que cotidianamente reflejan los otros.

Pero en esas huellas que van marcando mi camino,
Encuentro además el retrato fijo,
De una generacion que camina descalza,
Atravesando las increíbles rutas
Del tiempo perecedero que marcha sobre ajenas sendas,
Enseñándome así a desnudar mis cadenas
Y confrontar mi poco luchar con el de otros maravillosos seres.

Querida y casi omnipresente ciudad,
En las escabrosas rutas de mi destino que llora,
Tambien se encuentra mi corazón erguido de tu presencia
Y tú, amada capital, que tambien lloras de vez en cuando
Pero que evocas a sutil estampa en cada una de las arterias de tu impreciso cuerpo;
Permanecerás para enamorar a otras generaciones
Que ávidas de esperanza, de energía y de sueños,
Vendrán a ti trayendo nuevos soles para estos añejos vientos.

COMPLEJAS BOGOLATRIAS DE UN INQUERER ENAMORARSE.

Alguna vez, sentada frente a ella aborrecía su existencia,
Pero en las noches de insomnio siempre me intrigaba,
Hasta de vez en cuando con un suave hálito de smock y frío
Respiraba hondamente en mi nuca,
Sobretodo en invierno, era cuando mas lo sentía.
Saber que para ella casi vivo, lucho, existo, solo respiro,
Saber que entre sus brazos sin esperarlo un día
me cobijo cual si fuera un niño carente de afecto y compañía.
Y en mis ratos de soledad, sigue ahí tan poco taciturna,
Llena de sus luces y de sus humos tambien ella.
Oh! Mi heterogénea amada que me has sabido llenar de vida,
¿Acaso también marcharé contigo a cuestas por la lejana morada del olvido?;
¿me esperaras con tu perturbadora certeza entre las manos?.
Algun dia apagaré la llama que seguramente en cierto jardín lejano y triste
Encendí con esperanza e inocencia;
Pero fielmente jurando no dejar de amarte, mi deseada beldad de esencia,
Aprendi en el transcurso de mi controversial existencia
A idolatrarte casi como a una Venus,
Pero me iré, y tu con tus ahondadas quimeras te quedarás
Para siempre contigo y en la eternidad conmigo…